Las enseñanzas de Jodo-shu (la rama Jodo) se basan en los “Tres Sutras de la Tierra Pura (浄土 三 部 経)”. Si bien me gustaría que todos estudiaran estos sutras algún día, sé que tal vez sea difícil para los principiantes leerlos por completo. En consecuencia, los resumí como una historia corta con la intención de presentarles el bosquejo de los sutras.
Espero que disfruten esta muestra de la predicación de Sakyamuni.
***
Era un día hermoso: el cielo estaba despejado y el aire estaba tranquilo.
No hacía demasiado calor ni demasiado frío, y se podía sentir una brisa agradable en todas partes. La luz del sol brillaba suavemente sobre los árboles verdes en el bosque, y los pájaros cantaban alegremente aquí y allá …
Se dice que nuestro Sakyamuni nos dará una charla especial hoy. Además de los discípulos de renombre, más de mil personas se han reunido aquí. Ah sí, se me olvidó mencionar que ahora estamos en India, en un gran templo llamado “Jetavana-vihara” ubicado en la ciudad de Sravasti en Kosala, India central.
Sakyamuni ya está en la plataforma, sentado con las piernas cruzadas en el piso espacioso. El brillo en su rostro es más brillante de lo habitual, y su resplandor parece ser más intenso que el sol o la luna.
Sakyamuni mira a la congregación con una sonrisa benigna. Luego fija sus ojos en Sariputra y Maudgalyayana, que están sentados junto a él, y también mira a los discípulos y seguidores a la distancia; él ha estado en silencio por algún tiempo.
Todos esperan con ansias que Sakyamuni comience su predicación. No pasa mucho tiempo antes de que Sakyamuni comience a hablar, y su voz profunda y poderosa resuena por todo el lugar.
“Mírenme a la cara, mi gente. Quizás brille más de lo normal.
“Ahora estoy lleno de alegría porque hoy hablaré sobre las enseñanzas de la Tierra Pura”.
Con esta introducción, Sakyamuni se dirigió directamente al tema:
“Muy lejos de aquí al oeste, hay un mundo llamado Sukhavati (Tierra Pura). Allí habita un Buda llamado Amitabha, que siempre extiende una mano hacia nosotros.
“No hay dolor en ese mundo, y las personas allí se dedican agradablemente a los ejercicios espirituales con comodidad. Esto se debe a que el mundo se llama Sukhavati, la tierra de la alegría más elevada.
“La tierra Sukhavati es abundante y tiene una belleza increíble. Mientras que los árboles aquí en Jetavana-vihara están llenos de un hermoso verde, la belleza de los árboles que crecen en esa tierra no es comparable a ellos. Los árboles en la tierra de Sukhavati tienen un resplandor vivo como gemas de colores. Los lotos que crecen en los estanques florecen de manera magnífica y colorida, emitiendo un aroma fresco y eterno.
“De hecho, los árboles también tienen un resplandor sagrado en este mundo. Los prados, las rocas e incluso las piedras pequeñas están llenas de santidad. Sin embargo, solo las personas iluminadas pueden sentir la santidad, solo un número muy pequeño de personas que han logrado iluminación espiritual…
“Ese no es el caso con la tierra de Sukhavati. Los árboles, la tierra, …; toda la gente experimenta de ellos este resplandor sagrado como gemas. Incluso aquellos que no están iluminados pueden verse abrumados por su belleza”.
Mientras Sakyamuni hablaba así, su voz fue interrumpida por el agudo sonido de un pájaro. La gente que escuchaba su charla con la cabeza gacha levantó la vista sobresaltada y miró el rostro de Sakyamuni. Sakyamuni, con los ojos entrecerrados, escuchó atentamente la canción del pájaro hasta que su reverberación desapareció por completo, y luego, volvió a hablar:
“En esa tierra hay pájaros como el de ahora. Sin embargo, sus canciones son tan maravillosas que es como escuchar la predicación de los budas iluminados. Las canciones de los pájaros no tienen lenguaje. Sin embargo, una vez que sus canciones y armonías han penetrado en usted, sus corazones experimentarán un dulce despertar.
“Ahora me gustaría hacerle una pregunta: ¿Cómo se creó ese mundo? No fue creado por la naturaleza, a diferencia del mundo en que vivimos. No es un mundo que pueda ser tocado por nuestras manos vivas o visto a simple vista. La tierra de Sukhavati tampoco es un mundo que se pueda imaginar o soñar en nuestras mentes. Si cada uno tuviera la tierra de Sukhavati en nuestra mente, la tierra sería diferente de un individuo a otro. Esto no puede ser, y así Sukhavati es un mundo creado por el Buda Amitabha con el poder de la voluntad del Buda.
“Debido a que es el mundo creado por el poder de la voluntad del Buda, no se puede tocar con las manos ni mostrar a la gente diciendo ‘Mira, aquí está Sukhavati’.
“Además, el poder de la voluntad es diferente de nuestra voluntad. Es el poder de la voluntad del Buda que ha alcanzado la iluminación. Por lo tanto, la tierra es de una realidad inimaginable. El lugar donde se ubica se expresa tradicionalmente como ‘un lugar orientado al oeste distante de aquí por diez billones de tierras de Buda.
“De manera similar, el Buda llamado Amitabha no tiene un cuerpo vivo, a diferencia de nosotros, que nacimos de padres. Amitabha tiene un cuerpo creado por el poder de la voluntad como resultado de ejercicios espirituales. Dado que el cuerpo no es un cuerpo vivo, nunca morirá. Amitabha tiene una vida eterna. Además, el cuerpo brilla intensamente con un resplandor indescriptible, como por una gran explosión.
“El Buda llamado Amitabha es un Buda muy notable. Un número enorme, como estrellas, de practicantes realizan ejercicios espirituales en la búsqueda de la iluminación. Entre ellos, el número de personas que han alcanzado la iluminación y se han convertido en budas también es incontable. Sin embargo, únicamente un solo Buda decidió guiar incluso a las personas que no tienen nada que ver con la iluminación hasta el objetivo final del camino, y este es el Buda Amitabha. Antes de que Amitabha se convirtiera en un Buda (en ese momento, Amitabha era simplemente un practicante espiritual cuyo nombre era Dharmakara) , hizo un voto de que “Cualquiera que llame mi nombre, lo guiaré a mi tierra”. Cuando el voto de uno se refiere a sí mismo, él / ella hará todo lo posible para cumplirlo. Sin embargo, guiar a los demás y, además, guiar a aquellos que no saben nada sobre el Budismo, es extremadamente difícil. Ninguno, excepto el Buda Amitabha, ha logrado eso. Aunque también ha alcanzado la iluminación, todavía no he alcanzado el estado de ser como el Buda Amitabha.
“El resplandor que emana del Buda Amitabha es especial. Llega a cada rincón de tu corazón. Penetra a través de Ti. Tus secretos, cosas que no quieres que nadie sepa y cosas que has olvidado por completo … Todas ellas son iluminadas por una luz deslumbrante. El Buda llamado Amitabha literalmente ilumina todo tu ser con la luz, entiende todo acerca de ti y, sin embargo, te extiende una mano amiga.
“Lo único que puedes hacer es unir tus palmas como reverencia a Amitabha Buddha, y dar y entregar todo tu corazón.
“Algunas personas pueden tener una visión de Amitabha Buddha o de la tierra de Sukhavati durante su vida en este mundo. Sin embargo, es raro. Extremadamente raro. Aquellos que han experimentado la visión saben bien que Amitabha Buddha o la tierra de Sukhavati es real.
“El momento en que llegas a la tierra de Sukhavati es cuando las arenas de la vida de tu cuerpo se han agotado. Para este fin, hay una cosa que debes hacer ahora. Ora por la admisión a la tierra de Sukhavati, y llama al nombre del Buda, Amitabha. Una vez, dos o tres veces al día, o cada vez que te des cuenta, recuerda hacer esto. Es decir, une tus palmas en reverencia a Amitabha y canta ‘Namu-Amida-butsu (pongo mi fe en el Buda Amitabha). Es la verdad indiscutible que el Buda Amitabha sabe y comprende todo de ti, y te guía con gran compasión. Canta continuamente “Namu-Amida-butsu” con confianza sincera. Puedes olvidar esto fácilmente. Así que recuerda esto una y otra vez, y canta el Nembutsu. Algún día descubrirás que el único momento genuino en tu vida es el momento en que miras hacia el Buda Amitabha y cantas el Nembutsu.
“La vida de uno es corta, contrario a lo que se espera. Además, es raro encontrar las enseñanzas de la tierra de Sukhavati.
“Ya has escuchado las enseñanzas. Desea acercarte al mundo más bendito y bello, la tierra de Sukhavati, y canta el Nembutsu confiando diligentemente en el poder de Amitabha Buddha. Esta es mi enseñanza”.
Después de que Sakyamuni terminó de hablar, todas las personas reunidas le ofrecieron adoración llena de alegría y profunda gratitud, y luego se fueron.
Taijun Kasahara.
Extraído de: https://www.rinkaian.jp/e/chapter04.html
Traducido por Chijo Cabanelas
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