lunes, 6 de febrero de 2023

PALABRAS DE HONEN SHONIN- Creencia inquebrantable en la Ley de causa y efecto

(Sesenta selecciones de los dichos y escritos de Honen Shonin, traducidos por el reverendo Dwight R. Nakamura y editados por Richard Kollmar)

Recite el nombre diez veces teniendo en cuenta los diez preceptos. En lo más profundo de tu corazón observa los cuarenta y ocho preceptos menores mientras confías en los cuarenta y ocho votos. Cualquiera que sea la práctica que cultives, debes aferrarte a los preceptos de la misma manera que un hombre que se ahoga se aferra a un salvavidas. Mantén tu postura erguida y tu mente concentrada como si tu vida dependiera de no derramar una sola gota de aceite de un cuenco rebosante que llevas *. Si se comporta de esta manera, puede lograr el objetivo de cualquier práctica.

En realidad, muchos de nosotros cometemos las cuatro malas acciones y participamos en los diez actos nocivos. Es difícil encontrar a alguien que cumpla los preceptos a la perfección.

"Evita el mal; haz solo el bien". Ese es el precepto universal de todos los budas, pasados, presentes y futuros. Quien hace el bien obtiene buenos resultados (en esta vida o en una vida futura). Asimismo, quienes practican el mal seguramente sufrirán las consecuencias de sus fechorías tarde o temprano. Esa es la ley de causa y efecto.

Esta no es la primera vez que se menciona un concepto tan moral. De hecho, lo hemos escuchado a menudo. ¡Y sin embargo actuamos como si nunca lo hubiéramos escuchado antes! Sea como fuere, todos nosotros, de acuerdo con nuestras respectivas capacidades, evitemos hacer todo el mal que podamos. Y siempre que tengamos la oportunidad, practiquemos Nembutsu y aspiremos a nacer en la Tierra Pura.

De Gyojo ezu, capítulo 32

* El Mahayana Mahaparinirvana Sutra contiene un pasaje que cuenta la historia de un rey que ordenó que uno de sus súbditos se sometiera a una prueba mortal. Su tarea consistía en llevar una olla de aceite, llena hasta el borde, una distancia de 25 millas chinas sin perder nada de líquido. Si derramaba una sola gota, moriría instantáneamente. Por intensa concentración y a pesar de las distracciones, lo logró. El pasaje concluye: "Aquellos que quieran guardar los preceptos del Buda deben comportarse de esta manera. Si, vencido por la pasión, uno comete la más mínima ofensa, abandona la vida del Dharma y se sumerge en la ronda del nacimiento y la muerte. "

Fuente: Misión-koloajodo, traducido al español por Chijo Cabanelas

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